Hace días desparecieron mis gatos. No sabemos a ciencia cierta que pasó pero lo imaginamos. Después de que llegaran a la casa y crecieran un poco llegó un gato blanco. Normalmente venía por las noches, trataba de esconderse de que lo vieramos porque siempre que lo veíamos lo perseguíamos. Al principio creímos que era pareja de uno de nuestros gatos, boludo. Yo supongo que era gata porque después de inspeccionar las partes nobles de mi gato me di cuenta que era macho. Entonces esta gata blanca dejó de venir cuando nosotros estabamos cenando, recorrió su horario, hasta que todas las luces de la casa estuvieran apagadas. En una ocasión acababa de regresar de echar unas chelucas de la casa del buen marometas, estaba por quedarme dormido y escuche que un niño lloraba. Supuse que eran los vecinos porque tiene un niño que se la pasa llorando todo el día. Luego me di cuenta que eran unos chillidos raros y entonces supuse que era la maldita gata que estaba en celo y que veía a visitar a mi gato. Pero en ese instante me entró cierto temor de no encontrar a los gatos sino a un niño llorando enfrete de mi cuarto, no recuerdo si había luna llena pero creo que no, tomé valor y dije que eso no podía pasar así que me levanté un poco briago un poco en juició, tomé un zapato y traté de que saliera lo más duro y dirigido al gato blanco. Los gatos salieron hechos un balazo y se perdieron en la noche, muy a la canción de chava flores.
Los días siguieron y de vez en cuando escuchaba ruidos. Una que otra vez me levantaba, pero deje de corretearlos a mitad de madrugada, porque me sentía un poco ridículo cazando a unos gatos, en chones, con un frío espantoso y con el suelo mojado por la lluvía. Después todos notamos que el comportamiento de nuestros felinos cambió. Pedían comida por la noche, a la hora de la cena, se ponían enfrente de nosotros y no nos dejaban avanzar y chillaban y chillaban para que les pusieramos croquetas, muchas veces tenían suficiente comida pero pedían más. Tal vez suene fantasioso pero no. Otro cambio fue que tenían miedo, siempre querían estar con alguno de nosotros y nos seguían, uno pensaría bueno estos gatos quieren que se les acaricie, entonces les daba su ración de caricias y querían que se les tuviera junto a uno así que ni modo tenía que dejarlos y desaparecer de su vista o simplemente los botabas y te ibas. Otro comportamiento raro es que trataban de esconderse, al principio dormían en la sala o en lo que va a ser algún día la biblioteca, pero desde un tiempo atrás hasta el día de su desaparición querían dormir dentro de la cocina.
Hasta que sucedió, una noche cuenta mi madre y mi tía que escucharon que los gatos se peleaban pero no hicieron caso. Al siguiente día gusano querendón el más pequeño de los dos, desapareció. Supusimos que se lo habían llevado porque estaba bonito y en otra ocasión nos habían robado a un chihuahueño que después nos enteramos que fue un taxista cuñado de la esposa de un primo por parte de mi madre. Bueno el punto es que el gato querendon desapareció en una noche de ruidos extraños. Pasaron los días y el gato boludo redobló sus precauciones. Ya no sólo quería dormir en la cocina sino dentro de los compartimentos donde guardamos los trastes. También se empeñaba en dormir en el cuarto de alguno de nosotros. Además se ponía muy exigente con la comida. Todo el tiempo quería que hubiera croquetas de sobra. Nosotros no tomamos nada de raro en eso, simplemente pensamos que estaba tomando mañas bastante raras. Una noche se metió al cuarto de mi madre y no quizo salir para nada. Hasta que se echó en la cama de mi madre y bueno hizo lo que no debía, mi madré lo sacó a punta de patadas. Horas más tarde en esa misma noche, sonidos de pelea de gatos otra vez. Al día siguiente no hubo más gato boludo, había desaparecido también. A la hora de la cena comenzamos a atar cabos sueltos.
Punto número uno, los dos gatos desaparecieron por la noche.
Punto número dos, desaparecieron después de una pelea.
Punto numero tres, su único visitante era el gato blanco y el gato blanco sigue vivo.
Las primeras conclusiones fueron si se escuchó una pelea y los gatos desaparecieron después de eso, entonces suponemos que la pelea la ganó lo que se llevó a los gatos que suponemos ya estaban muertos cuando se los llevaron.
Otra conclusión es que los gatos nos abandonaron simplemente y se fueron, quizá con el gato blanco, y que los comportamientos raros los asociamos para que encajaran en una historia que nos sonara convincente para la desaparación de los gatos.
La verdad no se sabe que pasó aquellas dos noches en las que desaparecieron los dos mininos.
Eso es un... misterio sin resolver.
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