Es viernes por la tarde, justo antes de la salida. "Vlas", Vlas, oye que vas a hacer. Ir a mi casa ¿por? igual y voy al cine no se... ¿por? Nada vlas, vamos por unas chelas. Mmm... no se no tengo mucho dinero y no quiero gastar. ¿Quién te pidio lana? vamos por unas chelas... Mmm está bien vamos. Pero antes de ir acompañame por unas cosas. Si no hay bronca ¿Qué cosas? vamos te cuento en el camino. Bueno.
Subimos al coche y nos ponemos en marcha. En el camino me va contando. Mi caso está un poco complicado ahorita. Es que hace un mes dejé a mi familia. La dueña de la casa a donde vamos me dio chance de quedarme unos días pero, pues es incomodo. Los muertos y los arrimados a los tres días apestan. Llegamos a la casa de la amiga, y comenzamos a bajar las cosas y meterlas al carro. Todo estaba en bolsas negras. Cinco bolsas casi todo era ropa y mientras las metíamos me vino la pregunta ¿Cúanto cabe en un carro? Cinco bolsas, trajes, zapatos, discos, botellas de alcohol, cigarros. Su vida metida en un carro. La playera que usó cada vez que iban al fut. El traje de la boda. Los zapatos que ella le regaló. Las fotos de sus niños. Tantas vivencias metidas en un desolado carro. ¿Y a dónde vas a irte? Acabo de rentar una casa. Ah ya. cargamos todo y tomamos el rumbo a la casa rentada. En el camino hay una llamada: si ya vamos para allá, llegamos en 30 mins. Ya nos están esperando las chelas. llegamos a la casa bajamos las cosas. La casa vacía. Sólo una cama, arrinconamos todo, el alcochol era lo único comestible. Nos fuimos por las chelas.
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