miércoles, 26 de noviembre de 2008

Ya casi llego a la 100

Ahora el rodará:

http://www.rodara.com/
Para que chequen la programación.

A ver si los veo.

viernes, 21 de noviembre de 2008

Sin letra en la mano

Desde hace tiempo que no me siento a escribir. Hace meses que no lo hago. Normalmente llega un día en el que me da por escribir. ahora, este año no ha pasado eso. Hace un año escribí la casi el final de mis días en la escuela, y de cómo la esa nympha vagabunda, fue quemando mis días. Estaba en las prácticas y en lugar de hacer la documentación que me pedían, me la pasaba escribiendo. Revisando lo escrito, casi cada que me pasaba algo con ella o con la loca iba y escribía. y así estaba, escribiendo hasta la hora de la comida, o hasta que me llamara el jefe. luego me Aburría y continuaba con la documentación, y me ponía a escribir y cuando me aburría de ambas cosas, me salía y me ponía a hablar con Sotero. "¿Qué onda pinche clarimir?" Él es un mecánico que me "enseñaba a arreglar las bombas" o luego el pillo comenzaba a soltar sus tristezas y sus apreciaciones de la vida y de las mujeres, todos le apodaban el Talento y siempre decían que andaba en primera o segunda. De todos ellos había un caso especial, uno de esos que quiere olvidarse por un tiempo, quizá toda su vida, de las responsabilidades de los trabajos. Había estudiado una ingeniería, no había sacado su título, había trabajado antes de entrar a su actual trabajo en una empresa de la que, él era el responsable de toda la parte operativa. La empresa quebró y él decidió meterse de chalán a donde encontrara trabajo. Y ahí lo veías, a veces platicando de su puesto anterior a veces hablando de sus chicas, a veces llegaban todos, conectaban sus memorias y se ponían a ver porno en nuestras máquinas. A veces no sabías a con que grupo estar, si con el del mike o con el del popo o con el de sotero. Y cuando llegaba el Jefe, a la hora de la comida todos huiamos. A veces nos contaban historias de "terror" de casos en los que había gente que había muerto por accidentes trágicos. Como cuando se murio aquél. ¿Te acuerdas? ¿Cuál tu? El que iba caminando cerca del tren de la varilla, cuando en eso se sale una y lo a traviesa, así al rojo vivo, que sale y el cuate ni lo sintió cuando quizo darse cuenta ya lo había a travezado el trozo de metal, murió luego.
Después continuaré platicando. quizá del sotero y sus fantasías eróticas con la maestra.

miércoles, 12 de noviembre de 2008

El FIP

Bueno esta es la página para que vean la programación del Festival internacional de Puebla.

http://www.fip.gob.mx/

Nos vemos en por allá. Con los Pate de fua

viernes, 7 de noviembre de 2008

Entre los ojos del desencuentro

Una mañana desperté, ví el techo, recordé la última parte del sueño. Estabamos en silencio viendonos de frente, jugando con las manos, de un momento a otro los ojos no mintieron y supe que podía darte un beso. Simple, sencillo. Tus labios se entreabrieron y los mios rosaron tu boca. Después nos besamos sin más, el corazón me daba un vuelco. Me sentí dichoso. Con esa imagen y con ese sentimiento o temor, me levanté tomé mis cosas y me metí a bañar. Me sentí mal de haber soñado eso. Que sentido tiene. Hay quien dice que se sueña lo que se siente en el fondo, lo que se desea, lo que nos ocupa la mente mucho tiempo. A mi me parece un tanto absurdo. Porque al final un beso lo he pensado, querido, con muchas otras y no he soñado nunca que las beso. Después del sueño, días después, me encuentro con una amiga y me dice, hoy soñé contigo. Soñé que platicabamos y me contabas que fuiste a un concierto y en el concierto conocías a una chava que te gustó mucho. Lo curioso de esta confesión es que ese mismo día yo andaba en un concierto. No encontré a la chica que describe mi amiga en el sueño. En los días cotidianos me encuentro con ella, con la onírica, y pienso en el beso que le dí en el sueño, y ahora sus ojos me parecen bastante fríos distantes nada parecido al momento en el que juego con sus manos y nos miramos allí en un espacio que no recuerdo. Más bien no me veo entre los ojos del encuentro sino del desencuentro. ¿Por qué el sueño me grabó unos ojos falsos? Una mirada que es tan distante de aquella que me decía besémonos y dejemos que el corazón nos de un vuelco dejemos que nuestro deseo comience a fluir por los labios y nos arrebate. Y te veo allí en el auto, a medias luces en medio del tráfico, y te cuento y me ignoras y depronto la falsedad del pensamiento que se me quedo en la memoria me derriba y comprendo que tocar tus labios no se asoma por ningún lado. Y me invade el temor que tuve ese día después de levantarme. El temor de no besarte, nunca.