jueves, 8 de enero de 2009
Aventuras en el Df.
El lunes al llegar al DF tenía sólo dos celulares, el personal y el que me habían dado en el trabajo para encontrarme a la hora que se les antoje. Con dos cels ya sentía bastante bulto en los pantalones y en la conciencia. Al entrar a Kio e instalarme me dice uno de los coordinadores. Vla, tengo algo para ti, me acerco a la sala de juntas y me da una caja, la veo y es un cel nuevo, me dieron esto para ti, me dice con una sonriza, mientras que otro de los colegas suelta el comentario, ya te dieron esclavicel. No abrí la caja hasta las cuatro de la tarde. Después de que me diera la caja, llegué a mi lugar y me dice el compañero que se quedo toda la noche, oye te dejo los celulares nos vemos al rato. Me dejó dos celulares más al final del día tenía cinco celulares frente a mi. Cinco malditos celulares enfrente, es como una pesadilla, imaginense que todos suenen al mismo tiempo. Sería bastante estresante pero bueno.
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Pues vladis yo que tú apagaba todos y me olvidaba del mundo. Después de todo solo detendrías los procesos productivos en alguna planta industrial entre miles de plantas industriales, cosa que no derrumbaría la economía mundial.
ResponderEliminarBuena suerte en esta semana
Yehosua