viernes, 6 de julio de 2007

Los prejuicios de una bizcocho

Hace no mucho reecontre a una de mis peores pesadillas de la secundaria, digo reencontre pero realmente sabíamos uno del otro por algún conocido o por que nos veíamos pasar por la calle. Bueno a lo que voy es a lo siguiente. tendrá como 20 días que nos vimos de frente y nos sonreímos, a la tarde me deja su número para que le marque. A los 3 días le llamo, a la semana nos tomamos un café y comenzamos a llamarnos más seguido. No puedo ir a verla a su casa por que eso supone un compromiso serio con los padres, solución, le mando una carta, pum! me habla en menos de lo esperado, me busca y me busca pero no me encuentra. Le marco y le marco y tampoco la encuentro. Unos dos días después porfin nos hablamos y no paramos de telefonear, las pláticas son del tipo de, cómo te ha ido, todavía te gusta esto, que ha sido de la familia, yo estoy bien, ya sabes lo que me ha pasado, ahora estoy mejor bla, bla, bla. En una de las pláticas le insinuo que me voy aponer un percing en la ceja, cambia el tono de voz y amenaza con dejarme de hablar si lo hago. Hago caso omiso de la advertencia y en otra plática reciente, no nos hemos visto más que dos veces menos de 2 minutos por ocasión después del café, le comento que me he puesto el percing, lo cual es mentira, vuelve a cambiar el tono de voz y me dice que voy a pensar que es una estupidez pero que realmente me va a dejar de hablar porque ella no habla con personas que usas aretes, le argumento que andar con eso no tiene nada de malo y que es normal que la gente los use, me dice que lo siente pero adios... y cuelga. Que hostias con esa mujer! Al momento pensé que estaba bromeando pero parece que no. Creo que tendré que buscar otra gachi más alivianada para cotorrear.

2 comentarios:

  1. Pues suerte para la próxima con tus conquistas. Chau, cuídate mucho,
    Yan ;@)

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  2. Vladis, ¿what does mean "gachi"?, please explain it to me.

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