No se que tan bueno sea esto, pero hoy cuando estaba escuchando unos discos viejos de blues que mis padres tienen ahí arrumbados, me dio por escribir lo siguiente:
I
Don’t wanna go with you.
I want someone to feel my blues,
I’ve money to invite you a coffee or two,
What do you say baby, coffee and cigarettes?
Do you like it?
Or you prefer something better?
Some wine with a Sirloin well done,
coffee and cigarettes or go away
Don’t wanna go with you.
II
My feet brought me a couple of good things,
my hands wrote some good letters
my brains cried some lonely tears
my ears bleed when I heard these songs
but my eyes bought your image
and my liver enjoy your feelings
my nose live your sweat
and my tongue taste your pleasure.
III
We are going to cross the world
you see those elephants on the sky?
We are going to ride over the cities,
we are going to ride over the mountains
a wale is going to eat us
inside her transparent belly
we are going to see the ocean.
IV
You say you prefer a sunny day
I prefer a dark and sparkled sky
with so many kinds of stars,
When sky is dark is transparent,
a sky with a blues taste,
instead a fuckin sunny day
The music I feel now
is blue with a red sunset
with a tacos smell and beer taste.
domingo, 29 de marzo de 2009
Palabras
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De bizcochos y extraterrestres,
Música,
Pequeños placeres
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Colakvio
sábado, 28 de marzo de 2009
Días II
Hoy salí con mi hermano mayor a dejar unas cosas a C***. Después regresamos al centro comercial que está cerca de mi casa. Yo tenía que hacer el pago mensual de la escuela pero el banco estaba cerrado, le dije a mi hermano que lo dejaba y que iba a ir al centro. Así que me encaminé al centro de P***. Llegué y mientras caminaba por las calles, sentí que los pantalones que me apretaban. En ese momento me dió comenzón la entre pierna y me rasqué. Justo cuando me estaba rascando, me pregunté, carajo que chingaos hago, a veces siento una mezcla de personajes que no logro identificar. A veces me siento uno de una mala novela de Carlos Cuauhtemoc Sánchez, del que sólo leí 10 páginas de su, seguramente aclamada basura, "Juventud en éxtasis". Bueno resulta que en ese momento la comenzón se fue un poco más abajo me metí la mano y me rasqué las pelótas. Volteé a todos lados a ver si alguien me veía, me dió un poco de pena pero al mismo tiempo quise que alguna señora cuarentona que fuera en su Toyota me viera rascarme. Entonces pensé que diantre con eso ¿Cómo no me pasa algo Hollebecquense? ¿Sería tema de una canción? ¿Algo de mi vida, un momento, puede ser parte de alguna composición? ¿Quizá me encuntre en un color de un cuadro, en una picelada? Bueno eso iba pensando mientras caminaba terminadome de rascar. Luego me alegré de no llevar audifonos porque seguramente si los llevara puestos eso no se me habría ocurrido. Bueno hice el pago y regresé a mi casa justo a tiempo para ir al trabajo. Arreglamos algunas cosas, unos errores que salen continuamente en los logs, algunos fueron errores que conocía y en otros casos tuvimos que hacer unas modificaciones a los archivos de configuración del cliente de la aplicación. Después el "Toca" me dijo que pedo pinche toca vas a ir al centro y le dije simón a dar una vuelta, a comer unas tortas y a caminar a ver que encuentro. Pero en realidad quería ir a terminar mi libro al café W***. Me bajé y tomé el micro la ruta 3, 5 llaves. Llegué y me pedí un americano en la parte de arriba. Me sirvieron y me apuré a terminar el libro y justo cuando estaba por terminarlo, como 10 páginas antes del final, el jodido dueño del café prende la tele y ponen el partido de la selección mexicana, diablos! la vida está más allá que puñetero partido de futbol. Entonces el autor va diciendo algo así como:
"Yo no era nadie. Rodney Grant no era nadie. Omar Hassim Alí, nadie. Javier Rodríguez -el carpintero jubilado de setenta años que ocupó la cama hacia las 4- no era nadie. Tarde o temprano moriríamos todos, y cuando se llevaran nuestros cadáveres y los enterraran, sólo nuestros amigos y familiares sabrían que habíamos muerto. Nuestro fallecimiento no se anunciaría por radio y televisión. No habría esquelas en el New York Times. No escribirían libros sobre nosotros. Ese es un honor reservado a los poderosos, a los que han ganado la fama, a quienes poseen alguna cualidad excepcional, pero quién se molestaría en publicar biografías de gente corriente. De esos olvidados que van a trabajar todos los días, con quienes nos encontramos por la calle y que apenas nos molestamos en observar?
En general, las vidas se esfuman. Una persona muere y poco a poco todo rastro de su vida desaparece. Un inventor sobrevive en sus invenciones. Un arquitecto está presente en sus edificios, pero la mayoría de la gente no deja tras de sí monumento alguno ni logros duraderos: una estantería con álbumes de fotos, la cartilla de notas del colegio, el trofeo de una bolera, un cenicero birlado, en un hotel de Florida la última mañana de vacaciones vagamente recordadas. Unos cuantos objetos, unos cuantos documentos, y unas cuantas impresiones causadas a otras personas. Estas últimas siempre tienen historias que contar sobre el muerto. Pero las más de las veces se mezclan fechas, se suprimen hechos, se distorciona cada vez más la verdad, y cuando a esas personas les llega su turno de morir, la mayoría de las historias desaparece con ellas."
Al final del libro me dejo una impresión un tanto vaga, en si la trama está interesante pero la conclusión, media página para decir que no vamos a trascender. Me gustó más la forma de explicarlo de Kundera, en el libro de la Inmortalidad, que desgraciadamente no lo tengo a la mano pero el explicaba eso, que la gente al final quiere trascender, y la mayoría de nosotros lo hacemos con los hijos. Algunos otros, los que sobresalen ¿De qué se preocupan? Al final kundera decía que los inmortales son los que son recordados por la gente que no los conoció, los que nunca supieron de ellos, y de alguna manera, en su vida, la de los que recuerdan, llegan a saber, a beneficiarse, de aquellos, de los inmortales y los recuerdan. De alguna manera en la mañana me dio un acceso de anhelo de inmortalidad y creo que constantemente me pasa, no sólo a mi, a todo el mundo, Milan dice que nadie está excento de querer trascender más allá del periodo de vida que tiene. Y como no sentirlo si sólo somos una malformación de una idea, jejeje.
Bueno el chiste es que terminé el libro, salí del café y me fui a buscar otro libro para leer. Terminé comprando tres, al llegar a la combí abri los tres y me leí tres páginas de cada uno, me dio pena, el güero Garibay se lee 100 de cada uno pa ver si le gusta o no. Bueno el punto es que cuando agarré el de Gaarder lo primero que me encuentro en la segunda página la siguiente carta que Vera, uno de los personajes, le escribe a Frank otro de los personajes, que está en un bar tomando una cerveza con su casero:
"Mi querido Frank llegaré a Oslo el martes, pero no iré sola. Todo va a ser diferente apartir de ahora, tienes que estar preparado. ¡No me llames!... ¿Te acuerdas de la bebida mágica? Pronto beberás unas gotas. A veces me entra miedo. ¿Podemos hacer algo tú y yo para aceptar que la vida sea tan breve?"
Eso de la inmortalidad está por todos lados. Quizá si todos escribieramos en un blog, que en teoría eso va a pasar, vamos de alguna manera a terminar en una base de datos en alguna cinta LTO4, y seguramente algún día, alguien que trabaje para Google nos saque con un query "select entrada from blogger_database where tabname='SINTONÍAS'" o algúna persona que de pronto le pinche a "sintonías" nos saque del mundo virtual para vernos "físicamente" en su pantalla. Diantres que triste. Eso me Recuerda a la última parte de la historia sin fin en la que Bastian llega al pozo de los recuerdos tratar de buscar algún recuerdo del mundo real para dejar al mundo de fantasía.
"Yo no era nadie. Rodney Grant no era nadie. Omar Hassim Alí, nadie. Javier Rodríguez -el carpintero jubilado de setenta años que ocupó la cama hacia las 4- no era nadie. Tarde o temprano moriríamos todos, y cuando se llevaran nuestros cadáveres y los enterraran, sólo nuestros amigos y familiares sabrían que habíamos muerto. Nuestro fallecimiento no se anunciaría por radio y televisión. No habría esquelas en el New York Times. No escribirían libros sobre nosotros. Ese es un honor reservado a los poderosos, a los que han ganado la fama, a quienes poseen alguna cualidad excepcional, pero quién se molestaría en publicar biografías de gente corriente. De esos olvidados que van a trabajar todos los días, con quienes nos encontramos por la calle y que apenas nos molestamos en observar?
En general, las vidas se esfuman. Una persona muere y poco a poco todo rastro de su vida desaparece. Un inventor sobrevive en sus invenciones. Un arquitecto está presente en sus edificios, pero la mayoría de la gente no deja tras de sí monumento alguno ni logros duraderos: una estantería con álbumes de fotos, la cartilla de notas del colegio, el trofeo de una bolera, un cenicero birlado, en un hotel de Florida la última mañana de vacaciones vagamente recordadas. Unos cuantos objetos, unos cuantos documentos, y unas cuantas impresiones causadas a otras personas. Estas últimas siempre tienen historias que contar sobre el muerto. Pero las más de las veces se mezclan fechas, se suprimen hechos, se distorciona cada vez más la verdad, y cuando a esas personas les llega su turno de morir, la mayoría de las historias desaparece con ellas."
Al final del libro me dejo una impresión un tanto vaga, en si la trama está interesante pero la conclusión, media página para decir que no vamos a trascender. Me gustó más la forma de explicarlo de Kundera, en el libro de la Inmortalidad, que desgraciadamente no lo tengo a la mano pero el explicaba eso, que la gente al final quiere trascender, y la mayoría de nosotros lo hacemos con los hijos. Algunos otros, los que sobresalen ¿De qué se preocupan? Al final kundera decía que los inmortales son los que son recordados por la gente que no los conoció, los que nunca supieron de ellos, y de alguna manera, en su vida, la de los que recuerdan, llegan a saber, a beneficiarse, de aquellos, de los inmortales y los recuerdan. De alguna manera en la mañana me dio un acceso de anhelo de inmortalidad y creo que constantemente me pasa, no sólo a mi, a todo el mundo, Milan dice que nadie está excento de querer trascender más allá del periodo de vida que tiene. Y como no sentirlo si sólo somos una malformación de una idea, jejeje.
Bueno el chiste es que terminé el libro, salí del café y me fui a buscar otro libro para leer. Terminé comprando tres, al llegar a la combí abri los tres y me leí tres páginas de cada uno, me dio pena, el güero Garibay se lee 100 de cada uno pa ver si le gusta o no. Bueno el punto es que cuando agarré el de Gaarder lo primero que me encuentro en la segunda página la siguiente carta que Vera, uno de los personajes, le escribe a Frank otro de los personajes, que está en un bar tomando una cerveza con su casero:
"Mi querido Frank llegaré a Oslo el martes, pero no iré sola. Todo va a ser diferente apartir de ahora, tienes que estar preparado. ¡No me llames!... ¿Te acuerdas de la bebida mágica? Pronto beberás unas gotas. A veces me entra miedo. ¿Podemos hacer algo tú y yo para aceptar que la vida sea tan breve?"
Eso de la inmortalidad está por todos lados. Quizá si todos escribieramos en un blog, que en teoría eso va a pasar, vamos de alguna manera a terminar en una base de datos en alguna cinta LTO4, y seguramente algún día, alguien que trabaje para Google nos saque con un query "select entrada from blogger_database where tabname='SINTONÍAS'" o algúna persona que de pronto le pinche a "sintonías" nos saque del mundo virtual para vernos "físicamente" en su pantalla. Diantres que triste. Eso me Recuerda a la última parte de la historia sin fin en la que Bastian llega al pozo de los recuerdos tratar de buscar algún recuerdo del mundo real para dejar al mundo de fantasía.
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Colakvio
viernes, 27 de marzo de 2009
Rumble fish
Por ahí de enero vi esta película, continuamente me vienen a la cabeza muchas de las imágenes.
De la canción...
We chase misprinted lies
We face the path of time
And yet I fight
And yet I fight
This battle all alone
No one to cry to
No place to call home
Oooh...oooh...
Oooh...oooh...
My gift of self is raped
My privacy is raked
And yet I find
And yet I find
Repeating in my head
If I cant be my own
Id feel better dead
Oooh...oooh...
Oooh...oooh...
De la canción...
We chase misprinted lies
We face the path of time
And yet I fight
And yet I fight
This battle all alone
No one to cry to
No place to call home
Oooh...oooh...
Oooh...oooh...
My gift of self is raped
My privacy is raked
And yet I find
And yet I find
Repeating in my head
If I cant be my own
Id feel better dead
Oooh...oooh...
Oooh...oooh...
lunes, 23 de marzo de 2009
Días I
Despertaste en un cuarto opaco, poco iluminación de color cenizo como si las arañas se hubieran puesto a poner, con sus telarañas, un color así. En medio de un silencio diurno y espeso revisas el cuarto y te preguntas cuantas veces vas a despertar de esta manera, una casa que no conoces, una familia a la que sólo verás por ese día, quizá te inviten a desayunar. Eso sería bueno, pues la noche fue larga y sientes el estomago vacío. Te pones a pensar que en las últimas dos semanas has visto varios techos que te hacen pensar que tu vida está en una etapa así, de tránsito. Te gusta eso pero al mismo tiempo te da temor el descontrol involuntario del que puedes ser presa. Pensamientos pesados antes del desayuno. Te das vuelta, te acurrucas en el sleeping. Abres nuevamente los ojos y te das cuenta de que es un poco tarde para regresar e ir al trabajo. Te vistes, enrollas la bolsa de dormir, la acomodas en el pasillo, cruzas la habitación y sales de la casa.
lunes, 16 de marzo de 2009
Los detectives...
Hace un tiempo, mi percepción del tiempo varía mucho, quizá un mes, días más días menos, estaba tomándome unas chelas con el migio, llegó a la casa y me dijo ¿Qué te invitas? pues un tequilazo que tiene mi jefe por ahí guardado, uno que sobro de una fiesta. Va no hay pedo pues nos tomamos unos drinks y luego vamos por unas chelas. Simón no hay bronca, entramos a mi casa sacamos el tequila, los limones y a tomar unos drinks. Después de 4 tequilas, me dice, ya no me entra vamos por unas chelas. Le dije que me esperara un rato porque me estaban recomendando unos libros, me dijo que él quería leer algo de Kerouac. Le dije que de él había leído "En el camino" y que me gusto. Por el messenger el Unix&Soda me comentaba sobre "Los detectives salvajes" me decía que ese libro no tiene abuela, me preguntó por "Rayuela" y le dije que si que ya lo había leído, entonces me dijo, tienes que leer el de los detectives. Le dije que ¿Por qué? me comentó que, porque tiene de todo, de esas mujeres imposibles, de putas, de muertos, de locos que intentan cambiar el mundo. Le dije va, tengo que leerlo, ¿Alguno más? simón también el de "Tokio Blues", o el de "Crónica del pájaro que le da cuerda al mundo" y si nos seguimos pos el de "Putas Asesinas". Entonces el maromas diciendome orale pinche migio que ya me estoy entablando, yo diciendole aguanta pinche maromas, y él, ya, luego le preguntas, y yo pensando que tiene que pasar para que lleguen momentos así, en los que depronto una plática dos tres, por messenger, pero bien, los dedos brincando plácidos por en todo el teclado, la música que suena, ahora si la sientes. Le respondo al maromas vamos por esas pinches chelas. Anoto las recomendaciones y me despido. Salimos de mi casa y vamos a los vinos y licores, llegamos compramos dos six, de regreso a la casa pasamos enfrente de la camioneta del pan. Saludamos al del pan y le ofrecemos una chela y nos dice que si. Entonces nos ponemos a platicar, depronto baja uno de los microbuseros y se pone a platicar con nosotros. Agarramos una borrachera. Días después me pongo a buscar el libro de los detectives por Puebla y no lo encuentro, pero si conseguí los dos de Murakami. Terminé el de "La Noche del Oráculo" y comencé el de "Tokio Blues". Mientras lo leía estaba buscando el de los detectives. Entonces llegué al pasillo de libros que está cerca del sangrons de los azulejos en el df y pregunté, en unos de los primeros puestos, y me dice no, no lo tengo pero creo que el chavo de allá enfrente lo tiene, entonces le grita: oye man ¿Tienes el de los detectives salvajes? El otro contesta que no, y agrega, ¿Oye te acuerdas que en la mañana estabamos hablando de él? Simón del buen Poeta Gracía Madero. Entonces al que le pregunté por el libro me dice, tienes pinta de Gracía Madero, bosquejo una sonriza. Depronto el otro comienza a gritar, dirigiéndose a los demás puestos, alguno de uds. tiene el de "Los detectives Salvajes" y todos niegan, excepto un chavo que dice, si yo lo tengo pero es mio. Lo compré en la Gandi, ahí de Bellas Artes, está baratón 220 pesitos, lo he buscado en otros lados y no lo he visto más barato. El del puesto al que pregunté primero, le pregunta, ¿Y qué tal? y el otro responde, cada página vale lo que cuesta...
lunes, 2 de marzo de 2009
Hugo Montero, tomándose una cerveza en el bar La Mala Senda, calle Pensador Mexicano, México DF, mayo de 1982
Álamo sacó su cajetilla de Delicados y ofreció. Labarca y yo cogimos uno, pero el instpector los rechazó con un gesto y encendió un cigarrillo cubano, éstos son más fuertes, dijo con un cierto retintín que no nos pasó desapercibido. Fue como si dijera: los revolucionarios fumamos tabaco fuerte, los hombres de verdad fumamos tabaco de verdad, los que incidimos objetivamente en la realidad fumamos tabaco real. ¿Más fuertes que un Delicados?, dijo Labarca. Tabaco negro compañeros, tabaco auténtico. Álamo se rió por lo bajo y dijo: parece mentira que se nos haya perdido un poeta, pero en realidad dijo: qué sabes tú de tabaco pinche cabrón. Me lo paso por los huevos el tabaco cubano, dijo Labarca casi sin inmutarse. ¿Cómo dice, compañero?, dijo el inspector. Que me vale madres el tabaco cubano, donde arda un Delicados que se apaguen los demás... Si no sabe distinguir el olor de un Delicados de un vulgar manoje de hebras cubano, es que a usted le falta nariz, compañero...
"Los Detectives Salvajes, de Roberto Bolaño, compactos anagrama pág 339
"Los Detectives Salvajes, de Roberto Bolaño, compactos anagrama pág 339
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