No se que será de Jamil. Lo que sí sé es que su compañía durante un año largo tuvo para mí una virtud salvadora y si no me ha convertido en otro hombre, sí, almenos, me ha llevado a ser un resignado espectador de nuestra batalla con las sombras, cuya única dignidad estriba en saber preservar al niño que fuimos un día.
Alvaro Mutis, Empresas y tribulaciones de Maqroll el Gaviero 2.
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