viernes, 6 de julio de 2012

Hangzhou

Hay un dicho chino que dice que, en el cielo está el paraíso y en la tierra está Hangzhou y Suzhou. Al llegar a la estación de tren de la ciudad después de un viaje interminable creí haber llegado a una ciudad pequeña cómo las que uno encuentra en los libros cuando hablan de una estación sucia y descuidada de algún lugar. Al tomar el taxi que me llevo a la universidad el taxista tuvo a buen tino llevarme por la orilla del lago. El lugar estaba lleno de árboles, de varios tipos, todo alrededor era verde oscuro, y el sol de finales de verano daba una claridad deslumbrante al lago. los turistas tomaban fotos y los lotos con sus enormes hojas y sus flores rosas daban una imagen nueva para mi entonces. En ese entonces no sabía del dicho aquel y la idea de una ciudad pequeña desapareció por completo. Fue dos días después que regresé al lago y comprobé que la ciudad era como la había visto. Poco apoco fui descubriendo que la ciudad estaba muy bien pensada, cuidada y se trabajaba para que continuara siendo de esa manera. Fui viendo que los arreglos de plantas y flores de los camellones los cambiaban cada cierto tiempo, que regaban todos los días, que había brigadas de jardineros, albañiles, electricistas y maestros de todo tipo, encargados del mantenimiento y cuidado de los espacios. Me fui dando cuenta también que las cosas dispuestas en un sitio estaban pensadas de esa manera, que Las paradas de los autobuses y las rutas de los autobuses, también estaban trazadas a conciencia. Otra de las cosas que fui descubriendo fue que las calles, todas, tenían un toque artesano, la disposición de las lajas, los arreglos de luces, las bancas en cierto sitio, las pagodas en tal disposición, el lugar de los árboles y el tipo de árboles. Los jardines que en cada momento del año tienen algún tipo de planta que florea. A pesar de que Hangzhou continua siendo una ciudad provinciana, es sin embargo un lugar embrujante, un lugar con colinas y templos, con lagos y jardines, un pequeño paraíso, más sin embargo un lugar ajeno al extranjero. En mi caso la ciudad que me voy haciendo de Hangzhou, como es natural no es la que poseén los demás, cada uno va haciendo la propia. La mía comenzó a trazarse con el pie en el pedal y con una cámara, quizá sea por eso que me veo atrapado en detalles.

2 comentarios:

  1. tus palabra y descripciones hacen justicia al dicho, ahora tengo que conocer el lugar. Un fuerte abrazo mi chikis, hoy me encuentro de visita en puebla, y salí efectivamente como ud menciona, en bici y con una cámara a recorrer tantos lugares y tantos recuerdos, y recordando lo recordé a Ud, ojalá compartamos otros atardeceres pronto. Después de todo parece que somos de la misma especie de animalejos tropicales bicicleteros. Un abrazo. Saludos.

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  2. Sí mi chikis ojalá pronto, aunque sé que está complicado, pero no hay tos, de que regresamos regresamos. Saludos y un abrazo.

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