domingo, 29 de julio de 2012
Recordando Santa Fe
El último mes en Santa fé me la pasé entre el edificio de Cuervo, el hotel, el datacenter de Kio y el bar de la esquina. Despertaba escuchando el triste turno de el triste Espinoza. En ocasiones me levantaba antes de las 7 o me dormía ya entrada la noche después de unos tragos con los colegas en el bar de la esquina, para muchos el pretexto era el futbol, para otros como yo, sólo queríamos un poco de cocteles al dos por uno. Pero bueno el punto es que por aquel entonces estas son algunas de las canciones con las que me amanecía o dormía.
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sábado, 21 de julio de 2012
Sueños
Habíamos pensado en ir a algún lado después del año nuevo chino. Para el 26 de enero nos dijo que vendría dormir con nosotros, así organizaríamos todo juntos. Ese día nos dedicamos a buscar los boletos de tren, y el hospedaje. Hablamos como siempre de cosas de su país y de cosas del nuestro y un poco sobre la invasión alienigena, y que en el 2012 pasaría algo que cambiaría al mundo. Ese día hacía frío pero con el aire acondicionado y tres personas dentro del cuarto, el frío no era cosa importante. Pudimos comprar los boletos de ida pero no los de regreso, así que apartamos el hostal por cinco días y después, ya veríamos. Le quedó con un poco de preocupación por ese cabo suelto. Al momento de apagar las luces nos pidió que las dejaramos prendidas, porque había noches en las que se despertaba gritando, nos pidió que si pasaba en el viaje, no nos preocuparamos y que trataramos de no asustarnos. Dejamos la luces encendidas y dormimos. Vimos pasar ríos, montañas, praderas, casas, edificios, estaciones de tren. Al llegar, la primera noche en el hostal la ocupamos para acomodarnos, comprar algunas cosas que llevaríamos a la montaña, buscar la cena y dormmir. Dejamos la luz del baño prendida. Desde que llegamos no dejaba de preocuparse por los boletos de regreso. Trató y trató de apartarlos, llamó por teléfono, consultó por internet y todo el tiempo la respuesta era la misma: No había boletos, se habían agotado y sólo quedaban para 10 días después. Él no quería quedarse 10 días, no tenía nada que hacer al regreso pero parecía que le preocupaba estar 10 días en esa ciudad. Cerca de las tres de la madrugada gritó. Nos despertamos asustados pero ya avisados entendimos que pasaba. Le preguntamos que si estaba bien, nos respondió afirmativamente. Después nos dijo que había soñado con alguien, que él creía era él mismo. El sueño se le repite siempre, y siempre ese alguien se ríe de él y eso lo asusta y lo despierta gritando. El lugar resultó ser inmenso, impresionante. Columnas de rocas enormes, muy altas, milenarias. Pinos verdes, blancos de nieve desafiando lo vertical de la columna. Desfiladeros se lograban ver entre una niebla lechosa. Todo te hacía sentir ínfimo, nada, contemplativo. Esa noche nos despertó otro ruido, el sonido venía de su cama también, era el rechinar de sus dientes. Al día siguiente le comentamos que habíamos escuchado sus dientes y le preguntamos por qué estába tan preocupado. Nos dijo que no lo sabía, y nos refirió el mismo sueño. Nos dijo que no sabe porque se burla de él mismo. La noche previa al regreso volvió a gritar. Tantos días con alguien pueden llegar a fricciones, así ocurrió, pero después del viaje, cuando volvimos a encontrarnos con más confianza nos contó que aún le pasaba eso y que no sabía cómo dejar de gritar. Le dijimos que quizá sea que tiene problemas con él que no ha resuelto. Y le comentamos que quizá si enfrenta a su doble, el que se ríe cambie un poco la situación. Porque en ocasiones hay sueños que no nos dejan en paz hasta que los enfrentamos. También le planteamos la opción de un psicólogo pero es imposible en condición de estudiante.
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jueves, 19 de julio de 2012
martes, 17 de julio de 2012
lunes, 16 de julio de 2012
sábado, 7 de julio de 2012
Computer Games
Se llamaban los Yellow Magic Orchestra
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viernes, 6 de julio de 2012
Hangzhou
Hay un dicho chino que dice que, en el cielo está el paraíso y en la tierra está Hangzhou y Suzhou. Al llegar a la estación de tren de la ciudad después de un viaje interminable creí haber llegado a una ciudad pequeña cómo las que uno encuentra en los libros cuando hablan de una estación sucia y descuidada de algún lugar. Al tomar el taxi que me llevo a la universidad el taxista tuvo a buen tino llevarme por la orilla del lago. El lugar estaba lleno de árboles, de varios tipos, todo alrededor era verde oscuro, y el sol de finales de verano daba una claridad deslumbrante al lago. los turistas tomaban fotos y los lotos con sus enormes hojas y sus flores rosas daban una imagen nueva para mi entonces. En ese entonces no sabía del dicho aquel y la idea de una ciudad pequeña desapareció por completo. Fue dos días después que regresé al lago y comprobé que la ciudad era como la había visto. Poco apoco fui descubriendo que la ciudad estaba muy bien pensada, cuidada y se trabajaba para que continuara siendo de esa manera. Fui viendo que los arreglos de plantas y flores de los camellones los cambiaban cada cierto tiempo, que regaban todos los días, que había brigadas de jardineros, albañiles, electricistas y maestros de todo tipo, encargados del mantenimiento y cuidado de los espacios. Me fui dando cuenta también que las cosas dispuestas en un sitio estaban pensadas de esa manera, que Las paradas de los autobuses y las rutas de los autobuses, también estaban trazadas a conciencia. Otra de las cosas que fui descubriendo fue que las calles, todas, tenían un toque artesano, la disposición de las lajas, los arreglos de luces, las bancas en cierto sitio, las pagodas en tal disposición, el lugar de los árboles y el tipo de árboles. Los jardines que en cada momento del año tienen algún tipo de planta que florea. A pesar de que Hangzhou continua siendo una ciudad provinciana, es sin embargo un lugar embrujante, un lugar con colinas y templos, con lagos y jardines, un pequeño paraíso, más sin embargo un lugar ajeno al extranjero. En mi caso la ciudad que me voy haciendo de Hangzhou, como es natural no es la que poseén los demás, cada uno va haciendo la propia. La mía comenzó a trazarse con el pie en el pedal y con una cámara, quizá sea por eso que me veo atrapado en detalles.
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